EN UN MUNDO DE MÚSICA SINTETIZADA

Cuando hablamos de The Beatles, pensamos en sus famosas y extensas sesiones de estudio en Abbey Road Studios, emblemáticos estudios de grabación de Londres donde se realizó la grabación casi en su totalidad de su discografía. O cuando mencionamos a Daft Punk, Frank Sinatra e incluso Imagine Dragons, simbolizamos a Capitol Studios, el renombrado estudio de grabación que se encuentra ubicado en la Capitol Record Tower. Estos son solo algunos de los artistas que destacaron en una época en la que, para la creación de una canción, necesitaban hacerlo en un estudio de grabación que contara con instrumentos y procesos analógicos. 

Ahora bien, en la actualidad, gracias a la tecnología y su impacto, teniendo una laptop y un DAW (Digital Audio Workstation), puedes crear una producción musical. A medida que la tecnología avanza, existen muchas herramientas como plugins que nos permiten emular o generar un sonido desde cero mediante ondas. Con el conocimiento técnico y la creatividad suficiente se pueden crear sonidos únicos e incluso representativos de una marca o artista. Pero ¿estos sonidos generados mediante configuraciones específicas del plugin tienen protección a través del copyright, el derecho de autor o los derechos conexos? 

Estos sonidos se conocen como “presets”, que son generados en un sintetizador o cualquier otro plugin mediante procesos y configuraciones específicas. Recordemos que uno de los principios del copyright y los derechos de autor es que NO PROTEGEN LAS IDEAS, así que el proceso y la configuración del sintetizador para crear el preset no estarían protegidos. Por ejemplo, el proceso que realizo al tomar Serum (uno de los sintetizadores más importantes del mercado actual) y realizar modificaciones en sus filtros, osciladores y otras configuraciones para alcanzar el sonido deseado no tiene protección, ya que consiste únicamente en el proceso técnico o configuración que aplico para obtener ese sonido específico y es solo una manera en la que puedo lograrlo, no es tangible, es “el camino, pero no el resultado”. Ese proceso entraría en el mundo de las ideas y, por lo tanto, no puede ser protegido. 

Ahora bien, según el sitio copyright.gov, “Una grabación sonora es una serie de sonidos musicales, hablados u otros fijados en un medio de grabación, como un CD o un archivo digital, denominado “fonograma””, lo que significa que, bajo la regulación del Copyright, si esos procesos, la configuración y el resultado del sonido en el synth se exportaran en audio, podrían ser protegidos como derechos conexos en calidad de fonograma, ya que se trata de una grabación. 

Algunas personas confunden el uso de presets con samples. Recordemos que los presets no son pequeñas muestras (samples); al contrario, el preset es el sonido generado por la configuración del sintetizador. El archivo que contiene esta configuración se llama patch. Por lo tanto, podría generar un soundbank con mis patches y contar con su respectiva protección, y podría comercializarlos libremente. 

¿Qué sucede con los presets que vienen con mi sintetizador? ¿Puedo usarlos en mis canciones y lanzar mis canciones sin tener problemas legales? El software cuenta con términos y condiciones que regulan el uso de la propiedad intelectual que ya se incluye en el paquete. Por lo general, los softwares permiten el uso de sus sonidos de fábrica, para la creación de obras musicales y nuevas grabaciones, pero no para la reventa o comercialización de esas bibliotecas que se conocen como “default”, así que se recomienda primero leer y cumplir con los términos y condiciones de la licencia de uso del software. 

Estos términos y condiciones pueden cambiar dependiendo de la política de cada software. Sintetizadores como Serum, Native Instruments e incluso el sintetizador gratuito VITAL hacen hincapié en que “No se le permite redistribuir ajustes preestablecidos, muestras, tablas de ondas, máscaras, LFO u otros medios creados a partir de cualquier contenido de LA EMPRESA sin alterar los PRODUCTOS DE SOFTWARE”. 

Los sintetizadores no solo cuentan con esta protección, sino también los DAWs como Ableton y ProTools. En sus términos y condiciones enuncian que “queda prohibido reformatear, mezclar, filtrar, resintetizar o alterar de cualquier otro modo los presets, muestras y ejemplos musicales contenidos en el software para su uso en cualquier tipo de producto/paquete de muestreo comercial o software sin el consentimiento expreso por escrito de LA EMPRESA”. 

¿Puedo recrear el sonido del preset y aun así tener problemas de copyright? 

Como ya se comentó antes, la configuración específica de un synth para crear un sonido se considera que pertenece al mundo de las ideas y no puede ser protegida por el copyright o el derecho de autor. Si tomas uno de esos ajustes preestablecidos y cambias cada configuración en el menor incremento posible, incluso si suena “lo suficientemente parecido”, técnicamente es totalmente diferente. Si recreas el sonido desde el synth, no estás infringiendo derechos porque estás creando desde cero tu propio preset, AUNQUE emules el mismo sonido. Ya no estás infringiendo derechos porque no usas una grabación protegida como un sample sino que creas tu propia grabación a partir del preset que acabas de crear, ya que estás creando desde tu propia interpretación de lo que estás escuchando y estás utilizando diferentes herramientas para lograr el efecto general. 

Así que los ajustes preestablecidos de sintetizador o programa no están sujetos a derechos de autor, y puedes usarlos o emularlos libremente en la realización de tu producción musical. Sin embargo, debes tener cuidado de no distribuir presets o patches como si fueran propios. Además, no debes pasar por alto los términos y condiciones de cada uno de los programas que vayas a utilizar para desarrollar tu producción musical, a fin de asegurarte de que su uso cumple con las políticas del software. 

A U T O R E S

Andrés Cardona

Abogado socio

Sofia Valencia

PRODUCTORA MUSICAL Y EJECUTIVA COMERCIAL

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